El Balonmano Servigroup Benidorm brilla y sufre en una noche de infarto

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Los de Marko Krivokapic suman dos puntos que saben a mucho más ante Agustinos Alicante

Fuera, en la calle, la temperatura de la primera noche invernal de este otoño en Benidorm caía hasta rozar apenas 10º, pero en el interior del Palau, en la cancha y en la grada, parecía pleno verano. La cancha del Balonmano Servigroup Benidorm, que volvió a vivir esa comunión tan especial entre la afición y el equipo, se caldeó hasta puntos no vistos en mucho tiempo para poder celebrar, no sin sufrimiento final (ya es marca de la casa) una nueva victoria de los suyos por 26-25, un triunfo que deja un sabor que va más allá de los dos vitales puntos sumados en la clasificación.

Desde el primer minuto de juego quedó claro que tanto el Balonmano Servigroup Benidorm como Agustinos Alicante eran plenamente conscientes de lo mucho que había en juego en esta tarde de miércoles en el Palau d’Esports.

No hubo minutos de tanteo. No hubo precauciones iniciales. No hubo, en definitiva, nada que no fuera lanzarse directamente a por dos puntos que valían, esta vez sí, algo más.

En un choque de enorme voltaje, Agustinos Alicante se mostró más enchufado y, sobre todo, más acertado de cara a portería y gracias a ello los visitantes abrieron un pequeño hueco en el marcador que, oscilando siempre entre los dos y los cuatro goles de ventaja, supieron mantener durante toda la primera mitad.

Un periodo este en el que al Balonmano Servigroup Benidorm se le juntaron imprecisiones en el pase y falta de suerte y puntería en el lanzamiento en los momentos clave que impedían, una y otra vez, que los de Marko Krivokapic se acercaran en el marcador que, al descanso, marcaba un nada definitivo 11-13.

Tras la reanudación, el Balonmano Servigroup Benidorm ofreció su mejor cara. El equipo parecía haberse conjurado en el vestuario para imprimirle un punto más de intensidad a su juego. Además, la salida bajo palos de Samuel Ibáñez, con intervenciones cruciales en los primeros minutos de la segunda mitad, desesperaba al ataque alicantino.

Fue entonces cuando entró en acción el público. Una dura y fea acción visitante sobre el capitán benidormense, que dejó a Pablo ‘Colo’ Vainstein retorciéndose de dolor en el suelo (afortunadamente, el argentino pudo seguir sin mayores problemas poco después) encendió al Palau creando esa comunión con la plantilla que tan buenos resultados había dado en el pasado para permitir al Balonmano Servigroup Benidorm empatar el choque en el minuto 40 (15-15) dando así inicio a una fase todavía más apasionante del choque.

Tres minutos más tarde, en pleno vendaval local, el Balonmano Servigroup Benidorm se ponía por primera vez por delante en el luminoso (18-17) y eso provocaba una subida de decibelios en la grada que se venía echando mucho de menos en esta temporada.

El Palau d’Esports asistió entonces a los que, seguramente, fueran los mejores minutos de su equipo en todo lo que va de temporada. Los fallos, las imprecisiones y los ‘apagones’ del pasado parecieron quedar en el olvido. Una defensa férrea, una portería acertada y unos ataques precisos crearon la comunión perfecta entre la grada y el 40×20. Sin embargo, Agustinos Alicante se negaba a darse por vencido y la excelencia del juego local sólo sirvió para entrar en los diez minutos finales con una nada definitiva renta de dos goles (22-20).

Así las cosas, el temple y el dominio de los nervios iban a acabar decidiendo, más allá de los aciertos y errores de cada cual, el desenlace del choque en los nunca mejor denominados ‘minutos del miedo’.

El Balonmano Servigroup Benidorm parecía tener la situación relativamente controlada, pero el exceso de euforia del banquillo después de que ‘Samu’ Ibáñez detuviera un penalti crucial con 25-22 en el marcador, llevó a la pareja arbitral a pitar dos minutos al mismo, una circunstancia que Agustinos supo aprovechar para empatar (25-25) con sólo tres minutos por delante.

Y esos minutos fueron, como ya es marca de la casa, de puro sufrimiento. Un penalti convertido por Pol Roy, con poco más de un minuto de juego por disputarse, ponía el 26-25 en el marcador para dar paso a una posesión eterna de Agustinos Alicante que, esta vez sí, supo defender y neutralizar el equipo local que, con ello, se aseguró una balsámica, importante y, sobre todo, vital victoria.

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